miércoles, 4 de febrero de 2009

Miedo Diáfano



por Wilfredo Arriola



El rosal ya no destilaba
el escarlata puro de los días,
No se distinguía con el esplendor del sol
que quemaba la ausencia.
Ni el sueño calaba en las noches de alcoba.
En el tiempo agudo que espinaba a la crítica.
Sin querer paso.
Tu paradigma,
no se mezclaba entre el puente de mis ojos.
Sume la resta de los ensueños,
que se marcharon dejando la sombra atrás…

¡Quien lo dijo!
Mi plural decisión sin que le interrogara.
No puedo decidir.
Si vagabundo soy en mis horas.
En lo superfluo asiduo.
Como hoja en invierno.
Sometida a los lagrimales de la lluvia.

Cuerpo de madera…
Enréjame como polilla para calar si es posible,
entre tus venas.
Secas de sentir.

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