Wilfredo Arriola
Antagónica tu presencia
sobre el mar de mi desierto
adonde se empozan
tardes que faltarón
en nuestro idilio
Vacía la copa de nuestro placer
a falta de caricias
instaladas en otros sentires
que desde hace tiempo
no sentimos ya.
Licita me agonía
apilada en tu vanidad
desalmada
intrigada
y una que otra vez marchita
sin el sol de tu bondad.
Amedrentada esta paz sínica
pone a disposición
alas fugaces
que pienso seguir…
Aunque en el vuelo muera
de recuerdos
y la esperanza
se vista de lapida…