sábado, 31 de enero de 2009

El poeta


por Sergio Gutiérrez

Esclavo de sus letras, camina libre el poeta. Balanceándose entre lo real y lo absurdo, jugando con nuestra imaginación, volviéndose adicto a la imagen de nuestros labios murmurando sus escritos.
Fundador de quimeras y utopías, de verdades y mentiras, de blasfemias y doctrinas. Rebelde de sí mismo, negándose a la auto complacencia, convidándonos a formar parte de su mundo etéreo, casi palpable, imperfecto. Pregonando caricias al viento, moldeando figuras difusas montadas sobre escenarios reales.
Sus escritos son elixir de agonías sutiles, que desencadenan misterios perpetuos como fugaces, clavijas imaginarias de la guitarra que todos tocamos a diario; pero él muere en el intento de comprender más allá de su simple arpegio, de su hueca moldura, de sus tantos recovecos. Dicta encrucijadas que alimentan su desvelo y sueña despierto aún cuando sigue durmiendo.
Recorre las veredas de los campos muertos y las tilda de oportunidades olvidadas por aquellos desganados de vivir; aquellos usurpadores de deseos, los que ríen con una lágrima naciendo de su alma. Compadece los amores tiritantes de frío que se desvanecen por la falta de calor, ese calor primaveral que solo se siente cuando la lluvia arrecia por la llegada de las ansias, esas que dan ganas de todo y de nada, la conformidad que busca adormecer los amaneceres sedientos de compañía, la misma que diseño las camas individuales, la misma que atormenta el recorrido de las venas hacia el corazón que desea algo más que latir.
Sus musas son tan variadas como puntuales, provienen de sus ganas de vivir en ellas, de morir por ellas; sus musas pesan más que su propio cuerpo, pero las lleva con orgullo y pasión. Las observa deleitándose en su complejidad, esa complejidad que el mundo reconoce como trivialidad. De sus musas se desprenden fragancias cándidas que revolotean en su nariz y se vuelven espejos destellantes que surcan su imaginación.
Orador del alimento del alma, de las palabras que cruzan fronteras, de argumentos que convergen en las ideas que todos creímos y nadie mencionó. Aliado de las promesas inquebrantables que algún día él mismo rompió, las promesas que ahora defiende con honor, las que le verán morir de tanto dolor, al verlas empolvadas y en sus paredes telas de araña porque nadie nunca escuchó.
Bebe el sabor amargo de su hiel para comprender así el cínico beso del saber, el conocimiento de saberse ignorante en un mundo de conocimientos audaces, vivos, controversiales y delirantes. Reconociendo con su mirada al suelo que nadie pretende más allá que respirar, vivir para sí, dejar huellas de reconocimiento para que su nombre se mencione aún después de la muerte, y tener la convicción de no saberse olvidado.
¿Hay más después de ser poeta? Probablemente se esconde un mundo simplista y fugaz, que no se atreve a mirar para atrás, que dictamina su suerte según las piedras que ruedan en el camino hasta su destino. Pero, ¿hay más algo más después de ser poeta?, es muy difícil de descifrar porque seguramente quienes lo lograron se estancaron a propósito en las cuencas de sus ojos, para no ver lo que la gente ve: los pasillos vacíos, los mares salados, el propósito de las guerras, los llantos mudos que nos condenan a vivir con un nudo en la garganta y no permiten gritar.
El poeta vivirá siempre de lo básico, no necesita más para encontrar todos los colores con los que se pinta la felicidad, esa que viene en trozos pequeños y que nos es difícil identificar. Le valdrá la pena la espera de coincidir con un par de versos, cuando en una voz desconocida se dibujen las líneas que su menté trazó y sus manos dieron forma.
Valdrá la pena cuando alguien sonría y vuele con las alas que el poeta proporcione, aún cuando sean provisionales, aún cuando sean de papel. Volará el lector a donde el poeta le indiqué. Sentirá la brisa jugando con su rostro, se estremecerá con la piel erizada y sus ojos querrán ver más. Su paladar degustará todo lo que en su escrito se mencioné y sus pulmones se ensancharán al disfrutar de un buen suspiro.
Entonces, el poeta sonreirá y emprenderá su vuelo hacia otras miradas; aquellas que quieran descansar de las cuentas, de las noticias, del velo que cubre la pupila y no permite llorar.

Sergio Gutiérrez

¿Qué es un Poeta?

por Wilfredo Arriola

Es escribir escenas por medio de versos, es exteriorizar nuestros pensamientos, es rendir tributo a lo trivial de la vida, una vaca pastando, mariposas entre los trigales, calles desoladas, un beso furtivo, problemas sociales… Poeta es ser testigo, de lo vivido, es fuerza de cambio, es desahogo, puede ser victoria, puedo ser lujo, puede enaltecer, y nunca vaciar el cuerpo que lo expresa.
Creado en verso y en prosa, emisarios de la poesía vitalicia, la poesía inmortal, que se impregna en cualquier página para poder trascender entre el tiempo, para militar en horas futuras.
Le llamaremos poeta: Al valiente, al disciplinado, al tenaz, aquel que hace florecer versos, el atento que se inmiscuye en los días, al amante de creación, al docto, que hace enaltecer las obras de la naturaleza. Quien transmitirá enseñanza cuando lo amerite.
Le llamaremos poeta: Al que se divide, al curioso, que de dictar lo biográfico pasa a lo aislado, con el subjetivismo necesario, que le abre paso a las imágenes, al inventivo, al capaz. Poeta es el que comunica por medio de la misma literatura, poniendo en relieve esa esencia única, que se le ha adjudicado.


Ser poeta implica tener libre opinión, es ser crítico y criticado, es rozar la pureza de la sinceridad, es escribir en cualquier momento estrofas que lo ameriten, poeta es sinónimo de inspiración, y antónimo de maldad.
Representante de la poesía, de la poética de sus características, de sus beldades que le dan paso a la grata imaginación de momentos indelebles, eso será poeta. Un testigo del pueblo.

jueves, 22 de enero de 2009

Inquilino del tiempo


por Wilfredo Arriola


De las caricias del viento
que recorren con tranquilidad
las arenas de tu sol.
En la ramada de un horizonte.
Que enorgullece al cielo de cristal
Figura en mí, la claridad
de tu amanecer
Anestesiado de un minuto
sin final,
de un segundo lento.
Días antorchados
que moldean mis ideas
al compas de la brisa,
al compas del fuego,
genuino y como genuino
mordaz.
Pero no desfallezco,
pero no me rinde,
esta diacronía presurosa.
Más sin embargo me alienta
por las veredas,
en donde veo
como convergen los vientos
encaprichados…
El cielo testigo.
Un sol de coartada,
y un tiempo que se gasta en mi.

Más no me quejo
Me compadezco,
de esta noche febril.
Este oficio de inquilino
Que asusta tus vendavales.
Que me limita en tu norte,
y me exparse en tu sur
¿Adonde iré?
En este bosque paradigmático
que no sea al dorso
de donde parti…

lunes, 12 de enero de 2009

Curso de poesía, poética y teoría del cuento


por Mauricio Vallejo Márquez


Nuestro taller de literatura de la Universidad Evangélica de El Salvador comienza actividades el 21 de enero de 2009 e invita a todos los interesados en compartir su material literario y a aprender para que se acerquen a la Unidad de Cultura de la Vice-rectoría de Investigaciones de la UEES y se inscriban para este nuevo ciclo 01-09.
La vocación de escritor es una de las que requieren mayor cantidad de disciplina y esfuerzo para llevarla a cabo, debido al difícil mundo competitivo en el campo de las letras y a las pocas oportunidades editoriales y de publicación que existen.
La habilidad literaria no es para unos cuantos escogidos, pues esta si es cultivada se pueden observar grandes avances en los que desarrollan esta destreza.
Así también se utiliza para mejorar la redacción del interesado y por ende tener un mejor estilo en lo que escribe que pueden ser informes y otros documentos.
Este curso POESÍA, POÉTICA, ORATORIA Y TEORÍA DE CUENTO se enmarca dentro del taller de literatura del ciclo 01-2009 y esta diseñado para los que están interesados en potenciar y desarrollar su vocación literaria para dar a conocer su trabajo en el competitivo mundo de las letras.
El curso tendrá cuatro módulos en los que se apreciarán los siguientes temas: POÉTICA, TEORÍA DE LA EXPRESIÓN POÉTICA, ORATORIA y EL CUENTO.
Los horarios son: miércoles de 1:00 p.m. a 3:00 p.m. y los sábados de 9 a 11:00 a.m. en el edificio 1 de la UEES, tercera planta, aula de Vice-rectoría de Investigaciones.
¡Los esperamos!