martes, 11 de mayo de 2010

por Delia Maria


“Mi Habitación”

Desde que abrí los ojos a este mundo hay un lugar en especial que aún así llegue a vieja jamás perderá ese gran valor sentimental que ha tenido siempre ya que en él he pasado la mayor parte de mi tiempo haciendo lo que más me llena como ser humano: escribir

Ese lugar es mi habitación, el cual, durante todos estos años ha representado la puerta hacia mi independencia en donde la niña se fusiona con la mujer y de esa manera expresa cada uno de sus sentimientos por medio de la palabra.

Mi habitación es un lugar muy acogedor

como los brazos de una madre al abrazar

y cálido como un corazón lleno de amor.

Hay dos cosas que a pesar de estar allí fueron cambiando, creciendo y fortaleciéndose con el pasar del tiempo:

mi vida y mi forma de escribir.

Gracias a Dios por eso!


Acróstico

Del mundo y para el mundo

Escritora de corazón

Lista siempre para dar una sonrisa

Inspirada en el amor

Así soy yo

Madura y soñadora a la vez

Alma deseosa de crecer

Rezando cada día por un mundo mejor

Instrumento único de Dios

Así soy yo

Delia María Menjivar

“Mi Taller de Escritura”

Escribir es un don maravilloso que Dios nos da ya que nos permite llegar a muchos corazones por medio de la palabra, ser libres para desnudar el alma y de esa manera sacar a la luz nuestro “yo” interior, así que, si ustedes cuentan con ese hermoso regalo y ya tienen tiempo buscando una guía que los ayude a fortalecer sus conocimientos para en un futuro darse la oportunidad de incursionar mas a fondo en el ámbito literario ya sea por medio de poemas, cuentos o novelas; pues, yo les recomendaría un taller literario ya que allí les darán las bases fundamentales que ustedes deben seguir.

¿Saben?, yo actualmente estoy yendo a uno y les digo con toda sinceridad ¡ME ENCANTA! ya que estoy dentro de lo que me gusta, a la vez que hago nuevos amigos.

Voy 2 días a la semana: los miércoles de 1:30 a 3:30 pm y los sábados que es el día que más me cuesta levantarme porque a mis queridos vecinos se les ocurre la genial idea de mantenerme despierta hasta las 2:00 de la madrugada cantando en un karaoke que ponen a todo volumen ¡¿pueden creerlo?! Y mi clase comienza a las 9:00 de la mañana pero bueno, siempre hay en todo un pequeño sacrificio, no?

¡Todo sea por aprender!.

Mis compañeros, absolutamente todos, son buena onda y me la paso muy bien con ellos.

¿Quieren conocerlos? hay les va una pequeña descripción de cada uno de ellos:

Josué: Es un chico dulce y con un sentido del humor increíble el cual nos colabora a hacer mas agradable el momento. En cada uno de sus escritos hay mucho corazón.

Jonathan: Es un chico súper tierno y escribe con una profundidad que deja corto al mar.

Rafael: Es un joven de pocas palabras, le gusta escribir cuentos, es buena onda

Wilfredo: Aunque a mi parecer es un tanto serio, pero tiene una manera bastante peculiar llamada “vanguardismo” que rompe con lo tradicional y nos hace pensar, sin embargo, es una persona accesible y buena onda.

Don Roberto: Es un señor muy agradable, me cae a todo dar. Es pastor en un colegio de niños y quiere inculcarles el buen hábito de leer.

Don Carlos: El es profesor de Sociobiología en una universidad. Su manera de escribir es bastante romántica. Me gusta mucho.

Nahomi: Es una chica muy dulce, simpática y de lo más agradable. Esta estudiando Idiomas, lo cual merece todo mi respeto y admiración.

Ottoniel: El chico que prometió nunca mas faltar pero que por cuestiones de trabajo no siempre puede cumplir pero es muy linda gente.

Y finalmente Don Luis: Un señor caracterizado por su simpatía, dulzura pero sobre todo por su amor al arte al cual agradezco cada uno de esos bonitos detalles que ha tenido conmigo.

Como verán, cada uno de ellos son súper talentosos y lo más importante tienen muchas ganas de aprender y es que en esta vida, mis niños, uno nunca deja de ser alumno ya que como en más de una ocasión se los he dicho “la vida es una escuela de la cual cuesta un mundo graduarse”, asi que,

ya les digo: si tienen ese talento oculto y sienten la necesidad de mostrarle al mundo entero de lo que son capaces, vayan a un taller literario no se arrepentirán y en menos de que canta un gallo empezaran a notar sus avances. En mi caso, tuve la suerte de que Dios pusiera en mi camino ese farol luminoso y lleno de conocimientos; mi profesor Mauricio A. Vallejo, al cual le agradezco la paciencia de santo que ha tenido conmigo, así que no tengan miedo y busquen su destino.

¡Los amo!

Delia María

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